Pese a los esfuerzos realizados por las autoridades italianas para conservar el yacimiento de Pompeya de forma adecuada, los problemas no dejan de surgir en la antigua ciudad sepultada por el Vesubio. Conflictos laborales, turistas irresponsables y la acción de la lluvia y el paso del tiempo hacen que el estatuto de Pompeya como patrimonio de la Humanidad reconocido por la ONU continúe en el filo de la navaja. Tras unos meses de aparente tranquilidad, la pasada semana volvió a colapsar un muro, que se vino abajo por completo por falta de apuntalamiento y por efecto del viento y la lluvia. El muro en cuestión, situado en el interior de la llamada casa de Demetrio, no presentaba frescos de ningún tipo y ya había sido restaurado tras quedar severamente dañado tras los bombardeos sobre Pompeya en la Segunda Guerra Mundial. La caída de este muro no ha causado daños en otros sectores de la casa, y al encontrarse ésta cerrada al público no ha habido que lamentar daños personales de ningún tipo. Los responsables del yacimiento han declaro que ya existe un proyecto de restauración de la llamada casa de Demetrio, pero que aún no se ha iniciado por problemas de presupuesto y por haberse priorizado otros sectores de la ciudad. Es cierto que en los últimos meses, edificios como la gran basílica o el gimnasio han sido abiertos al público tras una profunda restauración, por lo que se puede ser optimista respecto al futuro de la ciudad del Vesubio.

Fuente: El Mundo