
El Museo Egipcio de El Cairo expone las piezas recuperadas tras los saqueos
Tal y como informamos hace semanas en Portal Clásico, la inestabilidad institucional y el clima de enfrentamiento que ha vivido Egipto en los últimos meses se han cobrado una víctima de especial importancia en el patrimonio arqueológico de este país. Algunos museos que albergaban piezas de valor incalculable han sido saqueados y destruidos en las reyertas, en ocasiones a manos de islamistas radicales y en otros de simples saqueadores que buscaban sacar un rédito económico a la inestabilidad política del país. Pese a que la situación en la zona se encuentra lejos de estar en calma definitiva, parece ser que las autoridades militares han logrado en las últimas semanas dotar de una cierta eficiencia a la protección de los principales museos y yacimientos arqueológicos, una de las principales fuentes de riquezas del país. Aunque el daño causado es, en ocasiones, irreperable, los esfuerzos de las autoridades egipcias se han traducido en la recuperación de numerosas piezas robadas durante los disturbios, piezas que han sido repuestas a sus museos de origen.
En relacion con este esfuerzo de recuperación de piezas robadas, el Ministro de Antigüedades egipcio, Mohamed Ibrahim, inauguró el pasado 30 de septiembre una exposición en el Museo Egicio de El Cairo que se centra precisamente en dichos objetos recuperados. Según sus declaraciones, de un total de cincuenta y cuatro piezas robadas, se han logrado recuperar veintiocho. La policía considera que el resto de objetos continúan en suelo egipcio, motivo por el cual se ha aumentado el control de salida de mercancías sospechosas en aeropuertos, puertos maritimos y carreteras. Algunas de las piezas fueron encontradas en lugares tan insólitos como un cubo de basura, como es el caso de una estatuilla del faraón Akenatón, de la XVIII Dinastía, que sufrió por este trato daños que ya han sido subsanados. Cada una de las piezas exhibidas se acompaña de un cartel explicativo acerca de las circunstancias del robo, los daños sufridos y las vicisitudes por las que atravesó hasta su restauración en el museo.
Aunque hay que celebrar, sin duda, la recuperación de estas piezas, no podemos dejar de señalar el notable componente propagandístico de la exposición inaugurada por el Ministro de Antigüedades. El actual gobierno egipcio, nacido de un golpe de estado para derrocar al anterior ejecutivo de los Hermanos Musulmanes, necesita consolidar una imagen de normalidad y, ante todo, de seguridad y castigo de los crímenes cometidos si quiere perpetuar su situación, ya de por si muy inestable. Desde este punto de vista la recuperacion de los objetos robados sirve de ejemplo al gobierno para demostrar que sus esfuerzos al frente del país tienen sus frutos y que Egipto se encamina poco a poco hacia la normalidad. Una normalidad que, sin embargo, parece estar aún muy lejos, habida cuenta de, como informa la prensa, la total ausencia de turistas en las salas del museo en las que no se celebraba de forma oficial la exposición.
Fuente: El País
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