El año 2015 comenzaba con una buena noticia para el patrimonio romano de Tarraco. El Gobierno de la Generalitat declaró que a partir de este año las ruinas de Tarragona del conjunto del teatro y las termas, dos emblemas de la ciudad, pasaban a formar parte de la lista de bienes culturales de interés nacional, un estatus que las sitúa en un alto peldaño a la hora de recibir financiación para su protección, excavación y musealización de cara al público. En concreto, se han decretado dos niveles de protección diferentes: uno, más elevado, para las ruinas del teatro y las termas, y otro, menor, para el resto de sus recintos arqueológicos, tal como se establece en la clasificación de los BCIN. En concreto, el teatro de Tarraco lleva siendo excavado en campañas ininterrumpidas desde finales del siglo XIX, pero su situación en pleno casco urbano ha hecho que la protección de los restos no haya sido la más adecuada, especialmente cuando, a partir de los años setenta, el tráfico rodado y la contaminación se convirtieran en una firme amenaza para su conservación. Las termas son menos conocidas por el gran público, pero las excavaciones más recientes revelan que pudieron alcanzar una entidad muy considerable, por lo que con una correcta musealización pueden convertirse en un poderoso atractivo para la visita de turistas. Hasta el momento, sin embargo, tanto las termas como el teatro han sido desplazados por el circo y el anfiteatro en la atención del público y en la recepción de financiación.

Fuente: Diari de Tarragona