Sangre de Baco

El Templo de Debod continúa su degradación ante la pasividad de los políticos

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Luis Manuel López | Noticia | 9/01/2021 - 19:26Comenta

El Templo de Debod en Madrid

¿Cuál es el edificio más antiguo de Madrid? Aunque ésta es una pregunta que puede resultar tramposa, la respuesta es más que evidente una vez que la conoces: el Templo de Debod. Edificio que ni fue concebido ni construido originalmente en la ciudad de Madrid, pero que hoy en día se alza en la capital de España y es uno de sus principales atractivos turísticos gracias a su peculiar encanto exótico y al enclave inigualable en el que se encuentra.

El Templo de Debod fue un regalo que el gobierno egipcio hizo a España como respuesta a la ayuda que este país les brindó para salvar los yacimientos arqueológicos y monumentos de Nubia que iban a quedar anegados bajo las aguas al construirse la presa de Asuán. Este templo fue uno de los que se consiguieron salvar, al ser desmontado y llevado a la isla de Elefantina. Los enormes bloques de piedra del edificio partieron meses después hacia Alejandría, y de allí al puerto de Valencia. Cuando los bloques llegaron a Madrid, los arqueólogos españoles se encontraron con que sus colegas egipcios sólo habían adjuntado un plano poco detallado del alzado, mientras algunas de las piezas habían perdido su numeración y resultaba imposible saber cuál era su ubicación exacta. Pese a estas dificultades, el templo fue reconstruido, no sin polémica, en el solar del antiguo Cuartel de la Montaña, y fue finalmente inaugurado en el mes de julio de 1972.

A partir de este punto empezó el calvario para el Templo de Debod. Administración municipal tras administración municipal, todos los alcaldes y sus equipos se han desentendido del problema de la conservación de tan singular edificio, tomando decisiones como usar su espacio como cine de verano y otros empleos más o menos extravagantes. El Templo de Debod, completamente a la intemperie, bajo la inclemencia de la lluvia, la nieve ocasional, el viento y los actos vandálicos, se ha ido degradando de forma evidente. Ningún responsable político ha demostrado preocuparse por el asunto.

Numerosos egiptólogos, españoles y extranjeros, han dado la voz de alarma en las últimas décadas y han puesto de relieve el peligro que corre el Templo de Debod de degradarse de forma definitiva si no se pone solución a su situación actual. Según ellos, resulta inadmisible que un monumento único en España y en Europa no esté protegido por una estructura permanente que sirva tanto de museo como de cubierta para evitar que los elementos atmosféricos sigan castigando estas piedras milenarias.

En el año 2020, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, prometió que durante su mandato se haría público un concurso para que se construyera la tan esperada estructura de protección para el templo. Cercanos ya al ecuador de su legislatura, el concurso sigue sin haberse convocado y el Templo de Debod continúa su lenta pero irremediable degradación.

A nadie en su sano juicio se le ocurriría sugerir que grandes monumentos como el Altar de Pérgamo o el Templo de la Nereida, conservados en Berlín y Londres respectivamente, estuvieran ubicados en una plaza a cielo descubierto. Más allá de la polémica de si estos edificios han de encontrarse tan lejos de los lugares donde fueron concebidos, está la cuestión del respeto debido a este patrimonio que, de una forma u otra, ha acabado en manos de los países europeos. Si Madrid no es capaz de cuidar el Templo de Debod con las garantías que un resto arqueológico de estas características precisa, poca diferencia habrá con el destino de quedar sepultado bajo las aguas del Nilo embalsado en Asuán.