La diligencia del tiempo. Viaje al pasado soriano numantino-machadiano
Montados en el tren que une la populosa Madrid y la Soria esteparia, nuestra mirada se pierde en la infinita transformación del paisaje a través del cristal. Nuestro destino es Numancia, dos milenios atrás, y nuestra particular máquina del tiempo: Campos de Castilla. Naturalmente, para la ocasión hemos dedicado unos minutos a reubicarnos en nuestra biblioteca particular. Repasamos toda la sección, la cabeza inclinada, leyendo los títulos. Aquella polvorienta edición de los años 70, comprada ya vieja, o heredada de alguien, no lo recordamos. ¡Al fin! Extraemos el libro del estante. Un dibujo en la esquina superior y el título blanco, en gran Helvética, sobre fondo negro:
"¡Este placer de alejarse!
Londres, Madrid, Ponferrada,
tan lindos... para marcharse.
Lo molesto es la llegada.
Luego el tren, al caminar,
siempre nos hace soñar.
El tren camina y camina,
y la máquina resuella,
y tose con tos ferina.
¡Vamos en una centella!"
Marchamos hacia Madrid-Chamartín, con Machado en la mochila y Soria en mente. Así comienza nuestra crónica de un viaje al pasado a través de un portal abierto a raíz de la colaboración entre RENFE y el Ayuntamiento de Soria. Frente al tren Madrid-Soria de la estación de Chamartín, los pasajeros que caigan en el coche 1 se verán transportados a varias épocas del pasado soriano, siempre con el poeta sevillano presente, que se mantuvo ligado siempre a Soria desde la muerte de su joven esposa, inspiración de su obra poética, Leonor.
El trayecto hasta la ciudad de Soria comienza pasadas las ocho de la mañana y dura en torno a tres horas, durante las cuales los viajeros contarán con personajes de la historia para hacer de su recorrido algo más breve y auténtico, al tiempo que contextualizan el viaje invitando a los viajeros a integrarse en el pasado. Al llegar, una serie de actividades espera a los participantes, comenzando por un almuerzo soriano (vino y torreznos) y una pequeña visita a algunos monumentos (Ermita de San Saturio y los Arcos de San Juan de Duero), seguida de una visita más completa a la ciudad que incluye un recital de poesía privado, entre otras experiencias relacionadas con la poesía. Al día siguiente, el viaje se vuelve menos urbanita y hay que calzarse las botas de senderista. Al final de la mañana, los viajeros llegan al yacimiento de Numancia, en el Cerro de la Muela. En esta nueva y tercera edición, el Tren Campos de Castilla celebra con su trayecto el 2150 aniversario de la caída de Numancia.
Numancia fue una ciudad conocida principalmente por los quebraderos de cabeza que provocó entre los romanos y el asedio al que la sometieron los soldados al mando de Escipión Emiliano, nieto del famoso vencedor de Aníbal en Zama, en el año 133 a.C.. El yacimiento muestra, además de la ciudad celtíbera de Numancia, las huellas que dejaron los romanos cuando ésta fue conquistada, comenzando por el rastro del muro de casi cinco metro de altura y nueve kilómetros de longitud que el general romano usó para aislar y, finalmente, consumir y vencer a los habitantes de Numancia.
Este particular viaje al pasado permite elegir entre su franja de precios en función del tipo y lugar del alojamiento deseado, y las visitas, autobuses y, por supuesto, el viaje en tren, se encuentran incluidos en el precio, que oscila entre los 100€ y los 200€, aunque también existe la posibilidad de contratar el viaje sin alojamiento.
El tren sale, por primera vez en esta ocasión, el próximo sábado, 10 de junio, y lo hará sábado y domingo de fines de semana alternos hasta finales de julio; tras el parón de agosto, retomarán el viaje con fuerza todos los sábados y domingos desde entonces hasta el 12 de noviembre. Todas las opciones y el programa completo lo pueden encontrar en los siguientes enlaces.
Fotografía: Diego Mayor
Fuentes: Tren Campos de Castilla y Yacimiento de Numancia