Sangre de Baco

La Fundación Palarq continúa en 2021 con su labor de mecenas de la arqueología

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Luis Manuel López | Noticia | 11/01/2021 - 15:57Comenta

Cuando la crisis aprieta, el patrimonio y la investigación son los primeros que sufren. Ésta es una realidad que conocen a la perfección arqueólogos, antropólogos, historiadores, filólogos y demás profesionales del estudio y la conservación del patrimonio en sus muy diversas facetas. Los poderes públicos parecen estar en todo momento buscando la excusa para recortar las partidas de fondos dedicadas a estas actividades, y cuando la crisis económica golpea con más o menos fuerza las cantidades que suelen destinarse a ello se evaporan como por arte de magia. Ante esta situación sólo restan dos posibilidades: la protesta para que los poderes públicos valoren en su justa medida a los trabajadores del patrimonio y confiar en que la iniciativa privada cubra algunas de sus carencias.

De cuantas organizaciones privadas han dedicado sus esfuerzos a la promoción de los trabajos arqueológicos españoles, la Fundación Palarq ha destacado por su compromiso en estos últimos años. Desde que su presidente, el empresario Antonio Gallardo, anunciara hace cuatro años su intención de sufragar los gastos de diversos proyectos, hasta dos centenares de misiones arqueológicas se han visto beneficiadas por estas ayudas. Tal y como ha destacado la prensa en alguna ocasión, las cantidades gastadas en este concepto por la Fundación Palarq ha superado incluso a las del propio Ministerio de Cultura. Todo un dato a tener en cuenta para valorar tanto el esfuerzo realizado por esta organización como las menguantes cantidades destinadas por los poderes públicos estatales.

En 2021 serán un total de 59 proyectos los que se beneficien de las ayudas de la Fundación Palarq, algunos de ellos renovando sus ayudas por un año más y otros entrando por primera vez en este programa. Proyectos tan diversos como las excavaciones en Olduvai o Teotihuacán del equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona, las del CSIC en Atacama o las de la Universidad de la Coruña en Palestina.

Además de financiar estos proyectos, la Fundación Palarq entrega también cada año su Premio Palarq al trabajo arqueológico o paleontológico más reconocido por un jurado, un precio que está dotado también con una sustanciosa cantidad económica. En 2020 no pudo entregarse el premio por causa de la pandemia, pero en 2021 se decidirá en cuál de los veinte proyectos finalistas recae de forma definitiva.

Con independencia de lo que cada uno opine acerca de la forma en la que deben financiarse los proyectos culturales, no hay duda de que la labor de la Fundación Palarq y de su presidente Antonio Gallardo ha de ser aplaudida por todos los que amamos la cultura y sabemos las dificultades por las que ésta atraviesa cuando las fuentes de financiación se reducen o se cortan por completo.

Para más información puede visitarse la web de la Fundación Palarq

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