Cualquier persona mínimamente familiarizada con la figura del emperador Adriano, uno de los más ilustres representantes de la dinastía de los Antoninos, sabe que su principal característica fue el amor que sintió hacia la cultura griega en todas sus facetas. Adriano pensó como un griego, amó como un griego y quiso gobernar como un griego durante todo su mandato. Este emperador, inmortalizado e idealizado por la gran Marguerite Yourcenar en una de sus novelas, representa la cumbre de la fusión cultural entre Roma y Grecia. Para celebrar que la presidencia de turno de la Unión Europea pasará en 2014 de manos de Grecia a las de Italia, los responsables de la Villa Adriana, en Tibur, han organziado una exposición en que se explora el filohelenismo romano a través de la figura de Adriano. En la muestra se podrán ver numerosas piezas de todo tipo, pero cabe destacar una serie esculturas que nunca antes habían salido de Grecia, pero que el gobierno heleno ha cedido para esta ocasión tan excepcional. No es extraño encontrarse en cualquier museo del Mediterráneo esculturas de Adriano caracterizado de multiples formas, pero siempre siguiendo los modelos griegos. Este emperador fue un viajero incansable que recorrió las tierras orientales que tanto admiraba, llegando incluso a visitar los rincones más profundos de la provincia de Egipto, y dejando en muchos de estos puntos un recuerdo de su visita en forma de esculturas y monumentos. Como es natural, no podían faltar en esta exposición las esculturas de Antinoo, el pastor frigio que despertó la pasión del emperador y a cuya muerte siguió un proceso de divinización en algunas zonas del Imperio promovido por el propio Adriano.

La exposición Adriano y Grecia podrá visitarse en el recinto arqueológico de Villa Adriana entre el 9 de abril y el 2 de noviembre de 2014. Para información de horarios, visitas de grupo y compra de entradas puede visitarse la página web de Villa Adriana