
Los instrumentos musicales de la Antigüedad resucitan en Tarquinia
El European Music Archaeology Project es un proyecto financiado por la Unión Europea con el objetivo de recuperar la tradición musical de los pueblos desde el Paleolítico a la Edad Media, pasando por la Antigüedad clásica. Por desgracia, nuestro conocimiento de la música de este periodo concreto, la Grecia y la Roma clásicas, es muy parco debido a la casi total ausencia de referencias directas en las fuentes literarias. Lo que sabemos acerca de los instrumentos musicales de estas civilizaciones se debe ante todo al registro arqueológico: instrumentos que se han conservado porque el material en el que estaban construidos y el medio en el que fueron abandonados así lo ha permitido. Sin embargo, todas las partes susceptibles de corromperse, como las piezas de madera y otros materiales, se han perdido, y con ellas la posibilidad de reconstruir el instrumento completo. Gracias a los fondos del European Music Archaeology, especialistas en muy diversas materias, desde arqueólogos hasta músicos profesionales, se ha conseguido la reconstrucción aproximada de muchos de estos instrumentos, de forma que lo que antes era una historia silenciosa va recuperando el sonido a medida que los tambores, los cuernos y las cítaras vuelven a ser tocados.
Para celebrar los logros de este proyecto, en la ciudad de Tarquinia, cuna de la civilización etrusca, se ha celebrado un concierto en el que el público pudiera escuchar el sonido de estos instrumentos tal y como lo hicieran nuestros ancestros miles de años atrás. Los asistentes al concierto pudieron disfrutar de una hermosa exhibición de virtuosismo que les transportó a diversas etapas de la historia, con una especial atención a la música de los etruscos como homenaje a la ciudad que acogía el evento. Una vez más, instrumentos como el enorme carnyx, con su característica boca en forma de animal, las tubas, la más pequeña y delicadas cítara, el célebre aulos griego y otros muchos instrumentos deleitaron los oídos de un público entusiasmado.
Fuente: La Repubblica
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