Sangre de Baco

Misiva de sangre, de Sergio Alejo Gómez

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Luis Manuel López | Literatura | 6/11/2017 - 12:44Comenta

Misiva de sangre, de Sergio Alejo GómezAño 26 a.C. Octavio, recién nombrado Augusto por el Senado de Roma, ha derrotado a todos sus rivales políticos. Los asesinos de César están muertos, Marco Antonio y Cleopatra se han suicidado en Alejandría, y Lépido ha sido apartado del poder. Tras décadas de guerras civiles y derramamiento de sangre, la paz parece haber llegado al Imperio. Una paz que se asocia al nombre de Augusto, y que éste tratará de mantener por encima de todo. El príncipe, sin embargo, quiere que, como parte de su programa de propaganda, las fronteras del Imperio estén seguras, por lo que inicia una campaña para someter a las últimas tribus del norte de Hispania. Él mismo, acompañado por su fiel Agripa, se pone al frente de las legiones, que parten desde todos los puntos del Mediterráneo para reunirse en Hispania.

Este es el contexto histórico en el que se desarrolla la novela “Misiva de sangre”, primera entrega de las “Crónicas de Tito Valerio Nerva” escritas por Sergio Alejo Gómez. El protagonista, Tito Valerio Nerva, es un joven legionario que, tras haber combatido en varias campañas del lado de Octavio, se embarca rumbo a Tarraco para participar en la nueva guerra con cántabros y astures. Una vez en Hispania el protagonista se ve inverso en una compleja trama política y militar para acabar con el gobierno y la vida de Augusto aprovechando su estancia en unas tierras aún no pacificadas por completo. Una historia de intrigas, sospechas y ambición en la que no todos los personajes son lo que parecen ser ni defender las lealtades que dicen defender.

En las páginas de la novela y de la mano de Valerio, el lector se adentra en la vida cotidiana de las legiones romanas del siglo I a.C., conoce su forma de luchar, su día a día en los campamentos, su entrenamiento, sus duras marchas y su mentalidad. Con los ojos de este soldado vivimos de primera mano uno de los aspectos más fascinantes de la Antigua Roma: las legiones. La institución que, por medio de la violencia, puso Europa y el Mediterráneo a los pies de la Urbe y que permitió que estas tierras adoptaran la cultura y las lenguas latinas.

En esta novela Sergio Alejo Gómez demuestra no sólo un gran conocimiento sobre el tema del que habla, sino también un profundo amor y respeto por la Antigüedad Clásica. Como historiador de formación, se aprecia en este autor una notable familiaridad con las fuentes literarias antiguas y con las obras modernas de investigación acerca de la política y el ejército romanos. Una novela como “Misiva de sangre” sólo es posible cuando el autor tiene a sus espaldas un amplio bagaje de lecturas y reflexiones que le han permitido construir su propio mundo de ficción sobre una sólida base de datos históricos contrastables. Ejemplo de este conocimiento de las fuentes y la bibliografía es la cuidada descripción de la batalla de Accio, en la que el protagonista participa al comienzo de su carrera militar. Además de estar narrada de forma amena y dinámica, este pasaje es toda una lección de historia bélica en la que no se nos ahorran detalles técnicos acerca de la forma de combatir en el mar a finales de la República romana. Una magnífica combinación de narración ágil y agradable con datos históricos precisos: los ingredientes con los que toda novela histórica debe contar.

Si de algo peca la novela es precisamente de dejar al lector con ganas de más. A pesar de que los protagonistas pasean por las calles de Tarraco y se relacionan con sus gentes, nos quedamos con la sensación de que apenas hemos podido ver la gran ciudad de la Hispania Citerior que tanta importancia tuvo en época de Augusto. Es probable que el autor, dejándose llevar por su pasión por el mundo del ejército, haya descuidado otros aspectos como la descripción de las ciudades o la vida cotidiana de los civiles.

Por señalar algún elemento negativo en la que es en líneas generales una magnífica novela, podemos apuntar a que el desenlace final resulta bastante predecible. El giro en la trama que busca ser una sorpresa puede ser adivinado por un lector sagaz desde muchas páginas antes de que éste llegue.

Más allá de este tipo de pequeñas críticas, hay que concluir que “Misiva de sangre” es una buena novela histórica que hará las delicias de cualquier amante del mundo clásico, muy especialmente de aquellos interesados en los temas militares. Una deliciosa excusa para familiarizarnos con la vida de las legiones romanas al tiempo que disfrutamos con la lectura de una trama de misterio con personajes bien dibujados y definidos.

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