
¿Restos del caballo de Troya?
Según publican algunos medios griegos, un grupo de arqueólogos turcos, excavando en el yacimiento de Hisarlik habrían encontrado restos de una de las máquinas más célebres de la historia de la humanidad: el caballo de Troya. Este artefacto que, según la tradición literaria, permitió a los aqueos conquistar la inexpugnable ciudad de Troya tras largos años de combates, ha sido interpretado habitualmente como un simple mito, sin base histórica alguna. Algunos historiadores han aventurado la hipótesis de que este caballo sería en realidad la explicación mítica y épica de un instrumento de guerra mucho más prosaico empleado realmente en el asedio de Troya en la Edad del Bronce, tales como un ariete con cabeza de caballo o un barco con una figura equina en la proa. Habría sido la prodigiosa imaginación de los aedos, cuya alrga tradición recoge el poeta Homero, quienes habrían creado la figura del caballo como adorno a sus canciones. Al margen de estas explicaciones, que pueden ser más o menos defendibles, ningún arqueólogo serio ha tratado de demostrar la existencia del mítico caballo, y mucho menos ha tratado de recuperar sus restos.
Por este motivo resulta especialmente sorprendente la noticia publicada por el diario digital Greek Reporter, así como por medios anglosajones como World News Daily Report. Hasta el momento, la información facilitada se limita a una fotografía no muy nítida en la que se aprecian trozos de madera con orificios que demuestra que estuvieron engarzados de alguna manera en una estructura superior. Sin embargo, la noticia parece venir avalada por los directores de este equipo de arqueólogos, dos profesores norteamericanos de la Universidad de Boston, Christine Morris y Chris Wilson, con una acreditada carrera académica a sus espaldas. Ambos han declarado que tienen un "elevado nivel de confianza" en que estos restos hallados en Hisarlik pertenezcan realmente al caballo de Troya que fue utilizado por los invasores para tomar la ciudad.
Este equipo de arqueólogos no sólo dice haber encontrado piezas del caballo de Troya, sino también una placa metálica en la que podría leerse "Los griegos dedican esta ofrenda a Atenea para asegurarse un buen regreso a casa". Hasta el momento no ha trascendido en qué lengua ni en qué alfabeto está escrita está placa de bronce, ni la datación que los descubridores le otorgan.
¿Realidad o golpe de efecto para buscar propaganda? Habrá que esperar a contar con más datos acerca de estos descubrimientos que, por el momento, debemos tomar con una sana dosis de escepticismo.
Fuente: Greek Reporter
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