
Una estatua de Calígula rescatada después de ser troceada y vendida
El emperador Calígula, uno de los príncipes cuya figura y labor de gobierno salen peor paradas en las fuentes literarias, sigue sufriendo atentados contra su integridad física después de llevar cerca de dos milenios muertos. O al menos lo sufren sus representaciones escultóricas. Las autoridades italianas confiscaron recientemente una enorme estatua de este emperador que, para ser transportada con mayor facilidad y poder burlar a los guardias fronterizos con eficacia, había sido partida en varios trozos. Los hechos ocurrieron en el año 2011, momento en el que el torso de la estatua fue encontrado en un remolque se dirigía desde Italia a la frontera con Suiza, lugar en el que un anticuario londinense esperaba recibir la valiosa carga para introducirla en el mercado negro de las antigüedades. Aunque la cabeza aún no ha podido recuperarse, todo apunta a que se trata de una representación de Calígula en posición sedente, como si se tratara de Zeus en su trono. Es muy probable que la escultura pueda datarse en el tiempo en el que Calígula aún estaba con vida, habida cuenta de la damnatio memoriae a la que se le sometió tras su asesinato. En concreto, los especialista creen que puede tratarse de una de las muchas esculturas que el emperador mandó colocar en su villa de recreo Nemi.
Esta escultura es la pieza central de la recientemente inaugurada exposición "Tras las pistas de Calígula", que además de narrar las vicisitudes de la estatua, ofrece información acerca del trabajo que la Guardia de Finanzas realiza en la lucha contra el expolio y el mercado clandestino de obras de arte.
Fuente: Agencia Efe
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