La tierra de Oriente Próximo, a pesar de los problemas geopolíticos por los que atraviesa, continúa ofreciendo sorprendentes hallazgos arqueológicos en los momentos más inesperados. La pasada semana, una excursionista que paseaba por una zona rural, encontró en el suelo lo que parecía ser una pequeña pieza dorada. Al cogerla en sus manos y limpiarla de los restos de suciedad que tenía adheridos, descubrió que se trataba de una moneda de oro en un buen estado de conservación. La excursionista la puso en manos de la policía, que remitieron la moneda a la Autoridad de Antigüedades de Israel.

Sus especialistas analizaron la moneda y descubrieron que se trataba de una pieza extremadamente inusual, acuñada en tiempos de Trajano para conmemorar a algunos de los emperadores que le habían precedido en el trono imperial. En este caso, la moneda conmemora al emperador Augusto, el fundador de la dinastía Julio-Claudia, que había vivido un siglo antes de la época de Trajano. Los ejemplares de esta serie de monedas que se han conservado son muy escasos, motivo por el cual esta pieza es de un valor incalculable y se convertirá en uno de los principales tesoros del museo que la albergue.

Fuente: National Geographic