Bulgari ilumina el Ara Pacis de Augusto
Desde que la UNESCO amenazara a Italia con tomar medidas sobre la clasificación y protección de la que gozaban algunos de sus monumentos y yacimientos si no mejoraban la gestión de los mismos, es evidente que el país ha reaccionado de forma positiva y ha comenzado a dar a su patrimonio el justo trato que merecía. Comenzando por Pompeya, que desde que cambió la dirección del yacimiento ha experimentado enormes mejoras en todos los sentidos, y continuando por los espacios monumentales de la propia Roma, donde tenemos el ejemplo de la recuperación del Mausoleo de Augusto, el cambio es palpable en toda la geografía patrimonial italiana.
Uno de los espacios que más atención ha merecido en los últimos tiempos ha sido el dedicado al Ara Pacis de Augusto. Este monumento levantado por el primer Princeps de Roma en el Campo de Marte como conmemoración de sus victorias militares y, ante todo, del final de las guerras, posee uno de los programas iconográficos y escultóricos más ricos de toda la Antigüedad. En sus relieves podemos ver entre otros elementos a la familia imperial en una procesión religiosa en la que la influencia de las esculturas de Fidias en el Partenón es más que evidente.
El Ara Pacis es una de las obras cumbre del arte romano, y sin embargo hasta el siglo XX no fue respetado como tal. Fue la Italia de Mussolini quien excavó sus restos y los reconstruyó como parte del programa fascista de recuperación de la grandeza de Italia y la propia identificación del Duce con Augusto. El monumento estuvo expuesto al aire libre durante décadas, hasta que finalmente se le dotó de un edificio diseñado por el arquitecto Richard Meier que lo protegiera de las inclemencias del tiempo y permitiera a la vez hacer de la experiencia de los visitantes una inmersión completa en lo que el monumento había sido en sus orígenes.
El último añadido que se ha hecho al proyecto de conservación del Ara Pacis ha sido posible gracias a una donación de la firma de lujo Bulgari, que ha entregado 120.000€ para dotar de iluminación al altar y sus relieves. Gracias a esta donación se podrán cambiar las luces ya instaladas por unas más adecuadas que mejorarán la experiencia de los visitantes. El gesto de Bulgari está enmarcado en una creciente relación entre la firma y la ciudad de Roma, en la que tiene previsto instalar un hotel de lujo que abrirá sus puertas en el año 2022.