Después de que la noticia de que el anfiteatro de Mérida se convertiría durante el mes de mayo en un campo de pádel, sede del Padel World Cup, las redes sociales se incendiaron. Los amantes de la cultura clásica expresaron en diversos medios su sorpresa y su indignación ante el escaso respeto que el ayuntamiento de Mérida ha demostrado hacia la conservación de un patrimonio romano al que la ciudad le debe tanto. En la mayoría de los casos, pedían explicaciones del porqué de escoger un lugar tan delicado para celebrar un evento que reunirá a miles de personas y que tendrá un impacto evidente en la conservación de las estructuras arquitectónicas del anfiteatro. Nadie entiende que se haya escogido un lugar tan emblemático y delicado existiendo otras muchas opciones que habrían beneficiado de igual modo a la ciudad de Mérida desde el punto de vista económico. Incluso asociaciones de jugadores y aficionados a los deportes de raqueta han expresado su malestar ante esta decisión, entendiendo que la práctica del deporte que aman debe ser compatible con la defensa del legado de la Abtigüedad y que, en connsecuencia, debe escogerse otro lugar como sede del torneo.

Finalmente, la indignación se canalizó en la creación de una campaña de recogida de firmas para tratar de parar este proyecto del consistorio emeritense. Desde la plataforma change.org se ha lanzado una llamada a que todos los ciuadanos comprometidos con la defensa del patrimonio exijan con sus firmas al ayuntamiento de Mérida y a su alcalde que pongan fin inmediato a la instalación de una megaestructura para jugar al pádel sobre las ruinas del anfiteatro de Mérida. Desde Portal Clásico nos sumamos a esta iniciativa. Consideramos que hay otros muchos espacios en Mérida que pueden albergar el Padel World Cup sin interferir de forma tan alarmante en la conservación de una pieza única del patrimonio español y universal. El ayuntamiento de Mérida debe recapacitar acerca de cuánto le debe la cultura romana y al legado material que esta civilización nos dejó, y tomar una decisión coherente con un modelo de desarrollo de la ciudad que permita conjugar el respeto al pasado con las nuevas apuestas de futuro.

Si quieres sumarte a la recogida de firmas, puedes hacerlo en la plataforma change.org