
La música de Pink Floyd regresa a Pompeya
En 1971, la banda de rock británico Pink Floyd rodó en Pompeya uno de sus vídeos más legendarios y apreciados aún hoy en día por los amantes de la música. Grabado principalmente en las ruinas del anfiteatro, Pink Floyd llenó durante varios días el yacimiento italiano con los acordes de su música, en una combinación de clasicismo y modernidad que subyugó a millones de almas en todo el mundo. El resultado de estas grabaciones fue el video "Live at Pompeii", que combina las escenas rodadas en el yacimiento con otras tomadas en estudios de Londres y París. El vídeo incluye algunas de las canciones más recordadas de la banda británica, tales como "Echoes" o "One of These Days".
Casi medio siglo después de que Pink Floyd visitara Pompeya, su guitarrista, David Gilmour, ha decidido regresar a la ciudad del Vesubio para ofrecer un concierto a sus fans. La noticia fue anunciada pro el músico en sus redes sociales y confirmada posteriormente por el ministro de cultura italiano, Dario Franceschini, que afirmó que era un honor acoger a tan excelso autor en un marco incomparable como el de las ruinas de Pompeya. David Gilmour es considerado por muchos como uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, y a pesar de tener ya más de setenta años continúa compaginando su labor de compositor con esporádicas actuaciones en directo.
Sin duda, los fans de Pink Floyd están de enhorabuena. Sin embargo, la polémica no ha tardado en saltar. ¿Son las ruinas de una ciudad de dos milenios de antigüedad el escenario indicado para un evento de masas? En España, aún es reciente el escándalo que se produjo cuando la Junta de Extremadura decidió organizar un torneo de pádel en el anfiteatro de Mérida, proyecto que, por fortuna, fue paralizado debido a las protestas. ¿Es la música diferente del deporte en este sentido? ¿Deben los antiguos anfiteatros servir de escenario para modernos eventos?
Fuente: El País
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