El espectacular mosaico de la tumba de Anfípolis
Mientras el mundo contemplaba extasiado la belleza de las cariátides halladas en la tumba de Anfípolis, el equipo de arqueólogos dirigidos por la profesora Katerina Peristeri continuó sus trabajos de forma diligente y pausada, convencidos de que esa misma cámara podia albergar secretos aún no revelados. Sus sospechas se revelaron muy pronto como ciertas. Al retirar las últimas capas de escombros y restos de la cámara, los arqueólogos sacaron a la luz un espectacular mosaico que decoraba el piso de la estancia. Formado por teselas de múltiples colores, el mosaico representa una escena que, aunque aún no ha sido identificada plenamente por los especialistas, contiene elementos fácilmente reconocibles. Aunque la parte central ha desaparecido, pueden observarse en esta obra a dosindividuos en carros tirados por caballos. Uno de ellos es un personaje barbado que aún no ha sido identificado; el otro es el dios Hermes, representado con su iconografía habitual: gorro amplio, caduceo en las manos y alas en los pies. La presencia de esta divinidad en un contexto funerario no resulta en absoluto extraña, pues, entre sus múltiples funciones, Hermes era el encargado de llevar las almas desde el mundo de los vivos hasta el Hades, lugar donde moraban los difuntos. El mosaico representa, con toda probabilidad, el momento en el que el alma del muerto enterrado en la tumba es conducido por este dios hasta su nueva morada eterna.
Frente a la total unanimidad de los especialistas a la hora de identificar al dios Hermes en el mosaico, la interpretación de la figura barbada que le acompaña no ha resultado tan sencilla. Este personaje porta únicamente una corona de laurel sobre su cabeza, sin que halla más elementos iconográficos que nos permitan identificarlo. ¿Se trata de una divinidad? ¿Es una representación del difunto? En este último caso, el mosaico ofrecería un dato clave para saber a quién pertenecía la tumba, y permitiría descartar alguna de las hipotesis más divulgadas, como la que sostiene que la enorme construcción albergaría el cuerpo de Olimpia, madre de Alejandro Magno. Los arqueólogos responsables de las excavaciones se han mostrado optimistas acerca de las posibilidades de reconstruir la parte dañada del mosaico gracias a la recuperación de numerosas teselas desprendidas y desperdigadas entre los escombros. Es posible que este escena central perdida ofrezca más pistas acerca de la identidad de este personaje barbado con corona de laurel.
Fuente: El Mundo