Doce tumbas de gladiadores en la antigua Estratonicea
La ciudad turca de Eskihissar, en el suroeste de Turquía, se alza sobre los restos de la antigua Estratonicea, enclave fundado por el rey Antíoco I, que le puso su nombre a la ciudad en honor a su esposa Estratonice. Este enclave, estratégicamente situado en un punto de la costa, se convirtió muy pronto en un centro comercial de gran prosperidad, por lo que sus edificios públicos y monumentos proliferaron a lo largo de los siglos. El propio Adriano trató de bendecir esta ciudad cambiando su nombre por el de Adrianópolis, aunque esta definición no prosperó finalmente. En la actualidad, Eskihissar ofrece a los visitantes una gran cantidad de atractivos en forma de museos y yacimientos arqueológicos, destacando los restos de su teatro y fragmentos de la muralla.
El último gran atractivo que las autoridades de Eskihissar han abierto al público es una necrópolis formada por doce tumbas, todas ellas pertenecientes a gladiadores muertos en el trascurso de los combates en la arena. Las tumbas han sido excavadas y restauradas para que los visitantes puedan disfrutar de ellas en su paso por esta ciudad turca. El responsable de las excavaciones, el doctor Bilal Söğüt, ha afirmado que aún falta por añadir unos paneles informativos con datos acerca de cada uno de los gladiadores, cuyo nombre es conocido, así como otros elementos acerca de la vida y el oficio de estos profesionales de la lucha. El yacimiento está situado a las afueras de la ciudad, en un entorno natural con árboles y caminos de tierra, lo que convierte la visita a estas tumbas en un agradable paseo que combina naturaleza e historia.
Fuente: Daily News