Durante décadas, un curioso mosaico dio la bienvenida a los visitantes de la domus llamada "del Poeta Trágico" en Pompeya. Una inscripción familiar a cuantos hayan cursado unos mínimos estudios de latín y la imagen de un gran perro de color negro, dispuesto a abalanzarse sobre el intruso que se atreviera a irrumpir en la casa. El lema Cave Canem y la figura del cánido se convirtieron en iconos del mundo romano, reproducidos en incontables libros, postales y pósters de todo el mundo. Sin embargo, a medida que crecía su fama, el mosaico del perro sufría los efectos del paso del tiempo, la falta de cuidados y las inclemencias climática. Su color aparecía cada día más diluido, sus teselas se veían agrietadas y a punto de quebrarse. Ante esta situación, los responsables de la conservación del patrimonio de Pompeya decidieron retirar el mosaico y proceder a una cuidada restauración y limpieza de todos sus componentes.

La pasada semana, tras un largo tiempo oculto a la vista de los visitantes, el mosaico del Cave Canem ha regresado a su situación original en la puerta de la domus del Poeta Trágico. Con sus teselas limpias y una policromía recuperada, el perro luce más vivo que nunca. Para evitar que las inclemencias del tiempo y la irresponsabilidad de los visitantes vuelvan a hacer mella en su conservación, el mosaico ha sido cubierto de una panel de vidrio transparente que permite su disfrute al tiempo que asegura su conservación.

Fuente: Vesubio Live