¿Lingotes que demuestran la existencia de la Atlántida?
Tal y como informaron hace unas semanas los diarios italianos, un grupo de buzos, investigando un antiguo pecio del siglo VI a,C., hundido frente a las costas de Sicilia, realizaron un espectacular hallazgo en sus investigaciones: un total de treinta y nueve lingotes de oricalco en buen estado de conservación. El oricalco es una aleación, poco común en el mundo antiguo, que resulta de la fusión de cobre, plomo y zinc, conocida de forma tradicional como "latón dorado". Este metal, de muy escaso valor en la actualidad, se utilizaba en la Antigüedad por su color parecido al oro, en acuñación de monedas o en la confección de determinados objetos cultuales destinados a algunas divinidades concretas, como Poseidón. Platón, en un pasaje en el que habla del célebre continente perdido de la Atlántida hace referencia a este metal. Es en concreto en el diálogo Critias, donde el filósofo señala que el oricalco sería uno de los metales más utilizado por los habitantes del misterioso continente perdido, siendo para este pueblo el segundo material de más valor. Desde un punto de vista etimológico, la palabra oricalco quiere decir "cobre de montaña", y el propio Platón dice que se extraía de las entrañas de la tierra en grandes cantidades. Esta referencia ha sido utilizada por algunos historiadores y filólogos para puntualizar que el oricalco de Platón no podría ser la aleación de cobre, zinc y plomo que nosotros conocemos, sino otro material que algunos han identificado con el ámbar, un producto de gran valor en torno al cual se crearon grandes líneas comerciales ya en la Edad del Bronce. El hallazgo realizado frente a las costas de Sicilia, sin duda, ofrecerá nuevos datos acerca de la composición exacta de esta aleación y su relación o no con el metal citado por Platón en su obra. No hay que olvidar que Gela, la antigua colonia griega frente a la cual se hundió la nave que transportaba los lingotes, fue en el siglo VI a.C. uno de los enclaves más prósperos del Mediterráneo central, por lo que no resulta en absoluto extraño que sus costas estuvieran surcadas de formas permanente por todo tipo de barcos mercantes cargados con mercancías muy variadas, entre las cuales los metales tendrían una especial relevancia.
Sin embargo, la combinación de un hallazgo arqueológico y una cita literaria en la que se habla de la Atlántida era una oportunidad que los amantes de los esotérico no podían dejar pasar. Después de conocerse estos datos, muchos medios han adulteradola noticia para acabar informando del hallazgo frente a las costas italianas por parte de unos buceadores de pruebas irrefutables de la existencia del continente hundido bajo las aguas. Basta leer las noticias que han invadido la red para cobrar conciencia de la poca prudencia que los periodistas y autores de blogs han demostrado en este caso. Para algunos, si se demostrara que los lingotes son de oricalco, eso bastaría para probar la existencia de la Atlántida. Por supuesto, no se tiene en cuenta que el barco en el que viajaban esos lingotes está datado en el siglo VI a.C., es decir, mucho tiempo después de ese supuesto periodo mítico en el que la Atlántida pudo existir. Una noticia, en definitiva, que ha sido manipulada y llevada al campo del sensacionalismo, pero que debe ser puesta en su adecuado contexto histórico.
Fuente: Blasting News