Un ladrón de piezas arqueológicas detenido en Jerusalén
La policía israelí detuvo, el pasado mes de diciembre, a un hombre en la localidad de Beit Shemesh, junto a Jerusalén, acusado de haber expoliado varios yacimientos de las inmediaciones con ayuda de detectores de metales. Aunque el detenido había sido sorprendido en pleno yacimiento con dichos detectores y herramientas para cavar, negó su intención de robar ninguna pieza de valor, así como cualquier conocimiento específico sobre antigüedades y monedas. La policía, tras cachearle, descubrió que llevaba consigo varias monedas de bronce de diversas épocas, por lo que se procedió a un registro de la casa del acusado. En ella, ante el asombro de los agentes que realizaron la inspección, se descubrió un botín fruto de años dedicados al saqueo de los ricos yacimientos de esta zona de Oriente Próximo. El acusado había reunido una colección de casi un millar de monedas, así como brazaletes, puntas de flecha, armas y todo tipo de objetos metálicos datados en diversas épocas. Los yacimientos en los que solía llevar a cabo sus robos contienen restos de diversas culturas, desde la edad del bronce hasta época bizantina, por lo que su botín no sólo era cuantioso, sino también muy variado en cuanto a su datación. Las leyes israelíes consideran cualquier atentado contra el patrimonio del país como una ofensa muy grave a la patria, y son especialmente duras con los profanadores de recintos arqueológicos, habida cuenta de que una pieza extraída de su contexto concreto pierde prácticamente toda la información que podía haber dado a un especialista que la hubiera extraído de forma adecuada. El acusado, puesto en libertad a la espera del uicio, se enfrenta a una pena de al menos cinco años de cárcel.
Fuente: Times of Israel