Sangre de Baco

Alemania prepara una ley para impedir el tráfico de arte desde Oriente Próximo

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Miembro de ISIS destruyendo una escultura asiria

Después de las últimas y alarmantes noticias que indicaban que una parte considerable de las piezas robadas en los museos y yacimientos de Siria e Iraq por el grupo terrorista Estado Islámico podrían estar siendo vendidas en Europa, el gobierno alemán ha reaccionado para evitar ser cómplices pasivos de esta situación. Por todos es sabido que la venta de obras de arte en el mercado negro es una de las principales fuentes de financiación del terrorismo yihadista en Oriente Próximo, por lo que las imágenes de destrucción de esculturas en lugares como Mosul o Palmira no son más que una parte ínfima de la relación que los terroristas han establecido con el arte antiguo. Si bien es cierto que destruyen una buena parte de las piezas que encuentran a su paso, y se encargan de difundir esta destrucción en vídeos, otras piezas son vendidas por sus redes de contrabando en el mercado negro, teniendo en Europa un destino muy habitual. El doctor Ulli Seegers, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Dusseldorf, ha sido muy tajante al respecto, al declarar que la existencia de estas redes ilegales de compra y venta de obras de arte en Europa están facilitando las cosas de forma extraordinaria a los terroristas.

Ante esta realidad, el gobierno alemán ha puesto en marcha los mecanismos necesarios para endurecer las leyes que permiten la entrada de estas piezas en su territorio. Alemania es un país especialmente sensibilizado ante la destrucción del patrimonio y su robo debido a su pasado reciente, un pasado en el que las autoridades nacionalsocialistas, por mandato directo de Hitler, saquearon de forma sistemática todos los territorios conquistados con el objetivo de llevar a suelo alemán todas las obras de arte que encontraran. La ministra de Cultura, Monika Gruetters, y su equipo están preparando un paquete legislativo que será presentado el próximo mes a la canciller Angela Merkel para su aprobación y su debate en las diversas instituciones representativas del Estado.

Fuente: International Business Time