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Una fuente de Pompeya incendia las redes sociales
¿Debe una fuente de dos milenios de antigüedad continuar usándose como punto de aprovisionamiento de agua o debe conservarse sin uso como parte de un patrimonio ya muerto? Esta pregunta se hicieron los responsables del yacimiento de Pompeya, optando por la primera opción. Las necesidades del enorme yacimiento, uno de los más visitados del mundo, no son sencillas de atender. Cada día, miles de turistas visitan las instalaciones de Pompeya, al mismo tiempo que arqueólogos de todo el mundo continúan sus investigaciones y excavaciones. La infraestructura que requiere atender a este colectivo de seres humanos incluye un correcto aprovisionamiento de agua en diversos puntos de la ciudad antigua. Dado que Pompeya ya contó, antes de la erupción del Vesubio, con una red de fuentes que surtían de agua a los ciudadanos, ¿por qué no utilizar estas fuentes para la misma función para la que fueron concebidas?
Esta polémica decisión ha llevado a los responsables de la conservación y musealización de Pompeya a instalar modernos grifos en algunas de las fuentes de época romana. Una decisión que no es en absoluto exclusiva del yacimiento de Pompeya, sino que puede observarse en una gran cantidad de recintos arqueológicos de todo el mundo. La polémica ha surgido al hacerse pública la imagen de un tosco grifo de jardinería instalado en una fuente del siglo II d.C., una falta de respeto a la antigüedad de la pieza que muchos han considerado intolerable. La imagen se convirtió en viral en las redes sociales, haciendo que se multiplicaran las críticas hacia unos administradores cuyo trabajo ha sido foco de todo tipo de dudas en los últimos años. Para tratar de paliar las críticas, los responsables decidieron sustituir el grifo de jardinería por otro de corte más clásico, que al menos no rompe la armonía de la imagen de la fuente. Sin embargo, la polémica sigue abierta. ¿Deben usarse las fuentes romanas a pesar del riesgo que ello conlleva para su conservación?
Fuente: La Vanguardia